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de tus buenos propósitos si escuchas cómo desea Dios cobrar las deudas. 108 No atiendas a la forma del martirio: piensa en lo que vendrá; y que en el peor caso, 110 no irá más lejos de la gran sentencia. 111 Yo comencé: «Maestro, lo que veo venir aquí, personas no parecen, y no sé qué es: turbada está mi vista.» 114 Y aquel: «La condición abrumadora de su martirio a tierra les inclina, y aun mis ojos dudaron al principio. 117 Mas mira fijamente, y desentraña quiénes vienen debajo de esas peñas: podrás verlos a todos doblegados.» 120 Oh soberbios cristianos, infelices, que enfermos de la vista de la mente, la fe ponéis en pasos que atrás vuelven, 123 ¿no comprendéis que somos los gusanos de quien saldrá la mariposa angélica que a la justicia sin reparos vuela? 126 ¿de qué se ensorberbecen vuestras almas, si cual insectos sois defectuosos, gusanos que no llegan a formarse? 129 Como por sustentar suelo o tejado, por ménsulas a veces hay figuras cuyas rodillas llegan hasta el pecho, 132 que sin ser de verdad causan angustia verdadera en aquellos que las miran; así los vi al mirarles más atento. 135 Cierto que más o menos contraídas, según el peso que portando estaban; y aún aquel más paciente parecía 138 decir llorando: «Ya no lo resisto.» CANTO XI «Oh padre nuestro, que estás en los cielos, 1 no circunscrito, sino por más grande 2 amor que a tus primeras obras tienes, 3 alabados tu nombre y tu potencia sean de cualquier hombre, como es justo darle gracias a tu dulce vapor. 6 De tu reino la paz venga a nosotros, que nosotros a ella no alcanzarnos, si no viene, con todo nuestro esfuerzo. 9 Como por gusto suyo hacen los ángeles, cantando osanna, a ti los sacrificios, hagan así gustosos los humanos. 12 El maná cotidiano danos hoy, sin el cual por este áspero desierto quien más quiere avanzar más retrocede. 15 Y al igual que nosotros las ofensas perdonamos a todos, sin que mires el mérito, perdónanos, benigno. 18 Nuestra virtud que cae tan prontamente no ponga a prueba el antiguo enemigo, mas líbranos de aquel que así la hostiga. 21 Esta última plegaria, amado Dueño. no se hace por nosotros, ni hace falta, mas por aquellos que detrás quedaron.» 24 Para ellas y nosotros buen camino pidiendo andaban esas sombras, bajo un peso igual al que a veces se sueña, 27 angustiadas en formas desiguales y en la primera cornisa cansadas, purgando las calígines del mundo. 30 Si allí bien piden siempre por nosotros, ¿aquí qué hacer y qué pedir podrían los que en Dios han echado sus raíces? 33 Debemos ayudarles a lavarse las manchas, tal que puros y ligeros puedan ganar las estrelladas ruedas. 36 «Ah, la justicia y la Piedad os libren pronto, tal que podáis mover las alas, que os conduzcan según vuestros deseos: 39 mostradnos por qué parte a la escalera más rápido se va; y, si hay más caminos, enseñadnos aquel menos pendiente; 42 pues a quien me acompaña, por la carga de la carne de Adán con que se viste, contra su voluntad, subir le cuesta.» 45 Las palabras que respondieron a éstas que había dicho aquel que yo seguía, 47 de quién vinieran no lo supe; pero 48 dijeron: «Por la orilla a la derecha veniros, y hallaremos algún paso que lo pueda subir un hombre vivo. 51 Y si no fuese un estorbo la piedra que mi cerviz soberbia doma, y tengo por esto que llevar el rostro gacho, 54 a aquel que vive aún y no se nombra, miraría por ver si lo conozco, para hacer que este peso compadezca. 57 Latino fui, de un gran toscano hijo: 58 Giuglielrno Aldobrandeschi fue mi padre; no sé si conocéis el nombre suyo. 60 La sangre antigua y las gloriosas obras de mis mayores, arrogancia tanta me dieron, que ignorando a nuestra madre 63 común, todos los hombres despreciaba y por ello morí; sábenlo en Siena, y en Campagnático todos los niños. 66 Soy Omberto; y no sólo la soberbia me dañó a mí-, que a todos mis parientes ha arrastrado consigo a la desgracia. 69 Y aquí es preciso que este peso lleve por ella, hasta que Dios se satisfaga: Pues no lo hice de vivo, lo hago muerto.» 72 Incliné al escucharle la cabeza; 73 y uno de ellos, no aquel que había hablado, se volvió bajo el peso que llevaba, 75 y me llamó al mirarme y conocerme, con los ojos fijados con gran pena, pues andaba inclinado junto a ellos. 78 «Oh -yo le dije-- ¿No eres Oderisi, honra de Gubbio, y honra de aquel arte que se llama en París iluminar?» 81 «Hermano --dijo--- ríen más las cartas que ahora ilumina Franco, el de Bolonia; 83 suyo es todo el honor, y en parte, mío. 84 No hubiera sido yo tan generoso mientras vivía, por el gran deseo de superar a todos que albergaba. 87 De tal soberbia pago aquí la pena; y aun no estaría aquí de no haber sido que, pudiendo pecar, volvíme a Dios. 90 ¡Oh, vana gloria del poder humano! ¡qué poco dura el verde de la cumbre, si no le sigue un tiempo decadente! 93 Creisteis que en pintura Cimabue 94 tuviese el campo, y es de Giotto ahora, y la fama de aquel ha oscurecido. 96 Igual un Guido al otro le arrebata la gloria de la lengua; y nació acaso el que arroje del nido a uno y a otro. 99 No es el ruido mundano más que un soplo de viento, ahora de un lado, ahora del otro, y muda el nombre como cambia el rumbo. 102 ¿Qué fama has de tener, si viejo apartas de ti la carne, como si murieras antes de abandonar el sonajero, 105 cuando pasen mil años? Pues es corto ese espacio en lo eterno, más que un guiño en el más tardo giro de los cielos. 108 Aquel que va delante tan despacio 109 de mí, en Toscana entera era famoso; y de él en Siena apenas cuchichean, 111
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IndeksJak rozliczyć przychody z giełdy i inne przychody z kapitałów pieniężnych. ebook(ebook german) Lovecraft, H.P. Die Katzen von Ulthar(ebook german) Das QBasic 1.1 KochbuchDante Alighieri Boska Komedia PiekłoMackenzie Myrna Harlequin Romans 1064 SśÂ‚odycz śźyciaAnne Mccaffrey Cykl Pegaz (02) Lot PegazaJack L. Chalker Dancing Gods 3 Vengance of the DanceDeNosky Kathie Niespodziewane szcz晜›cieLogan Cait HazardzistkaLynn Abbey Thieves World New Series 01 Turning Points
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Cytat
Długi język ma krótkie nogi. Krzysztof Mętrak Historia kroczy dziwnymi grogami. Grecy uczyli się od Trojan, uciekinierzy z Troi założyli Rzym, a Rzymianie podbili Grecję, po to jednak, by przejąć jej kulturę. Erik Durschmied A cruce salus - z krzyża (pochodzi) zbawienie. A ten zwycięzcą, kto drugim da / Najwięcej światła od siebie! Adam Asnyk, Dzisiejszym idealistom Ja błędy popełniam nieustannie, ale uważam, że to jest nieuniknione i nie ma co się wobec tego napinać i kontrolować, bo przestanę być normalnym człowiekiem i ze spontanicznej osoby zmienię się w poprawną nauczycielkę. Jeżeli mam uczyć dalej, to pod warunkiem, że będę sobą, ze swoimi wszystkimi głupotami i mądrościami, wadami i zaletami. s. 87 Zofia Kucówna - Zdarzenia potoczne |
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